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A pesar de su valioso aporte a la salud, los chilenos hemos reducido considerablemente su consumo. Nuevas tendencias buscan asegurarles un buen puesto en nuestra mesa.

El refrán popular más chileno que los porotos podría quedar en el pasado de no mediar un urgente cambio de mentalidad en nuestra población. De acuerdo a las últimas estadísticas de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Odepa, los productos más castigados por los consumidores son los porotos y las arvejas. Si en 2003 ingeríamos 2,6 kilos de porotos per cápita al año, esta cifra cayó a 1,6 kilos en la última medición. Las arvejas, en tanto, pasaron de 0, 4  a 0,1 kilos.

 

Por su alto contenido de fibra, proteínas, vitaminas y minerales, las legumbres generan un valioso impacto en la salud. Tienen vitaminas B1, B2, B6, niacina, folatos y pequeñas cantidades de carotenos y vitamina E en la corteza exterior. También minerales, como cobre, zinc, y hierro. Según la evidencia científica, su gran valor nutricional contribuye a prevenir enfermedades de alta incidencia en la actualidad, como la diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

 

Debido a sus enormes beneficios, los especialistas sitúan a las legumbres en las categorías de súperalimentos y alimentos funcionales.

 

¿Cómo explicar entonces la caída del consumo de legumbres?  A juicio de Fernando Vio del Río, Director de la Unidad Académica Nutrición Pública del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), la respuesta es multifactorial. “En la actualidad –sostiene-

se prefieren los alimentos procesados por sobre los naturales; existe un problema cultural, ya que el crecimiento económico del país ha desplazado su consumo hacia la carne y los lácteos, considerados de mayor estatus”. Destaca, además, que casi ya no se cocina en los hogares chilenos, por falta de tiempo;  almorzamos fuera de casa y por las noches, el 90% prefiere tomar “once”, con pan y agregados poco saludables.

Por otra parte, existe la falsa creencia de que engordan. Sin embargo, por su alto contenido en fibra, las legumbres ayudan incluso a bajar de peso, debido a su poder saciador. A modo de ejemplo, una taza de porotos tiene menos calorías que una hallulla, una marraqueta o incluso un pan integral.

 

Las legumbres pueden y deben dejar de ser el pariente pobre de la alimentación y pasar a ocupar un lugar destacado en nuestra mesa. Son muchas las preparaciones modernas que buscan creativamente asociarlas con platos sanos y sabrosos. Proponemos una versátil receta de hummus, que podemos usar como aperitivo o para acompañar una buena ensalada

 

SHUMMUS DE PORTOS

                    

        Aperitivo para 6 personas aprox.

 

  • 2 tazas de porotos cocidos y blandos  (negros, blancos u otros)

  • 1 cucharada de tahine (pasta de sésamo)

  • 1 diente de ajo

  • 1 cucharadita de cúrcuma

  • 1/4 taza de aceite de oliva

  • Sal, pimienta

  • Jugo y ralladura de 1 limón

  • 1 cucharadita de comino

  • 3 cucharadas de cilantro picado

  • 1/2 cucharadita de pimienta de cayena  (si te gusta lo picante)

 

Poner todos los ingredientes en la procesadora hasta lograr un puré muy espeso. Si la consistencia es demasiado densa, agregar un chorrito de agua. Cuando todo esté bien mezclado, probar la sazón. Servir espolvoreado con semillas de linaza o sésamo y cilantro o cúrcuma.

HUMMUS DE POROTOS

¡A la reconquista de las legumbres!

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