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Beneficios del yoga para la "dulce espera"

“Embarazada” no es sinónimo de “paralizada”. Diversos estudios científicos han constatado que el yoga favorece la etapa prenatal e incluso en el gran momento: el parto. En Chile, clínicas y centros de ejercicios siguen esta tendencia mundial que ofrece múltiples beneficios, si se pone en práctica bajo la guía de un experto que nos indique cómo y qué hacer en cada etapa de la gestación.

Incrementa el flujo sanguíneo:  piel y pelo en óptimas condiciones.

Bienestar general: ayuda a respirar, relajarse y meditar. Disminuye las náuseas.

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Contribuye a no subir de peso en exceso: tomamos conciencia de lo que comemos.

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Estimula el buen humor, gracias a las hormonas segregadas.

Permite buen dormir: al disfrutar de dulces sueños, el día siguiente será óptimo.

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Activa el sistema digestivo, reduciendo el estreñimiento.

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Baja posibilidad de parto prematuro,  permitiendo al bebé  terminar su desarrollo intrauterino.

Favorece el sistema inmunológico:  potencia la resistencia a enfermedades.

Alivia dolores de espalda.

Mejora el flujo sanguíneo: menos hinchazón en piernas y tobillos.

Facilita el parto: fortalece y da flexibilidad a la musculatura.

Acelera la recuperación post-parto: beneficios para la madre y el bebé.

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Decrece incidencia de diabetes gestacional: el ejercicio atrasa o evita el uso de medicamentos.

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