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Azúcar ¿La vida sabe mejor?

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El azúcar es absolutamente innecesario para nuestro organismo: aporta energía vacía y favorece enfermedades, como obesidad, hipertensión, diabetes e incluso cáncer.

Por: Ángeles Risopatrón

Hasta no hace mucho consumir azúcar era algo recurrente, entretenido y rico. Todos nos empachamos alguna vez con dulces, helados y bebidas. No sabíamos cómo realmente actuaba en nuestro organismo. Hoy, con la Ley de Rotulado y los cientos de estudios al respecto, ya no hay excusas para cuestionarse si es o no una amenaza para nuestra salud.

Lo que para nosotros es un producto que endulza y nos hace sentir activos, para la ciencia es un carbohidrato simple, que se caracteriza por su rápida absorción. Efectivamente nos da un shot energético. Sin embargo, esa energía es vacía o superficial, ya que casi no aporta nutrientes, según explica el doctor Fernando Vio, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA, de la Universidad de Chile. “El azúcar es absolutamente innecesario, ya que con una dieta equilibrada se pueden consumir azúcares complejos presentes en legumbres, frutas y verduras que no producen daño a la salud”, afirma.

Explica que existen muchos tipos de azúcares, pero los más conocidos son la sacarosa o azúcar común, que proviene de la caña, y la fructosa, que proviene del maíz y otros vegetales. Su forma más conocida es el jarabe de maíz o High Fructose Corn Syrup (HFCS), que se utiliza mucho en Estados Unidos para las bebidas gaseosas y alimentos procesados. Este último ha sido desechado por producir aumento de los triglicéridos e hipertensión en quienes lo consumen frecuentemente. “Tanto la sacarosa como la fructosa procesada como jarabe de maíz pueden producir problemas metabólicos graves, que nos llevan a la obesidad, diabetes, hipertensión, hiperlipidemias, problemas cardiovasculares, e incluso cáncer, que son las principales enfermedades que nos afectan hoy día”, señala el especialista del INTA.

"Con una dieta equilibrada se pueden

consumir azúcares complejos presentes en legumbres, frutas y verduras que no producen

daño a la salud”

Mal hábito

¿Por qué el azúcar está tan presente en nuestra alimentación? Porque a nuestro cerebro le gusta: lo activa y le hace creer que necesita más y más. Las sustancias que la componen producen la liberación de una hormona llamada dopamina, la cual actúa en nuestro cerebro estimulando la próxima ingesta. De ahí por qué nos cuesta tanto comernos solo un cuadradito de chocolate. Este efecto neurológico ocurre también con el tabaco y el alcohol. “En el caso del azúcar, más que de adicción, deberíamos hablar de hábito o acostumbramiento. Si damos azúcar a los niños desde pequeños, se van a acostumbrar a comer todo dulce. Es por ello que actualmente se insiste en no darles alimentos dulces para no crearles el hábito o acostumbramiento”, explica el doctor Vio.

Una manera útil para saber lo que comemos, es identificar los nombres de todas aquellas azúcares escondidas, que muchas industrias no quieren evidenciar. Algunos de ellos son: sacarosa, néctar o jarabe, azúcar orgánica, fructosa, dextrina, dextrosa, polidextrosa, maltodextrina, glucosa, maltitol, maltosa, etc. Empezar por conocer lo que no te hace bien es un primer y gran paso.

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